lunes, 12 de octubre de 2009































(Mis amigos Kike, Xiana y Mila)

Hoy me he propuesto saltarme los límites de la pereza. Lo dice Violetta: “yo no sirvo para suicida, me puede la curiosidad”. No sé si exactamente utiliza esas palabras pero también vi en una película cómo alguien le respondía a otro alguien que la curiosidad es la causa de por qué seguir viviendo. O durmiendo en un día festivo, que viene a ser lo mismo.

Imagino cómo serían estos momentos sobre un colchón de muelles y bajo un edredón espeso. Y no pasaría nada. Sería un viaje a la inconsciencia que inhibe al ser humano de todo lo nuevo, excitante y entretenido que pueda pasar. Porque el sueño, o los sueños, todo lo anulan. Duermes mientras pasa. Y quizá cuando despiertes ya haya pasado y no habrá caminito de vuelta. (Siempre hay atajos, todos los caminos llevan a Roma)

Todo esto que cuento parece de mentira cuando en esos momentos de tener que, no conseguimos despertarnos. Porque no hemos oído el despertador o porque hemos hecho uso del comodín de los cinco minutitos más. Pero incluso en estos casos es mejor despertarse y ponerse a vivir. Porque por bonito que sea lo que estás soñando mientras duermes, despierto puede serlo más.


Y ÉL es Pablo:


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